El enfrentamiento del tripartito y su antiguo compañero de gobierno, Roberto Agís, en el Pleno del lunes, ha dado pie a muchos comentarios en Sanxenxo e informaciones en los medios de comunicación. He querido dejar pasar unos días para que se enfriara el tema antes de dar mi punto de vista.

Es cierto que Roberto es una persona muy pasional y a veces puede decir las cosas de forma abrupta. Pero creo que no había mala intención en los reproches que hizo a sus antiguos compañeros de gobierno. Para mí lo más destacable del Pleno es que, una vez más, se evidenció que el tripartito carece de los hábitos propios de un gobierno.

La primera lección que debe asumir cualquier gobierno es que la oposición está para criticarle. El tripartito lleva 15 meses gobernando y siguen sin dejarse criticar. Reaccionan con soberbia y, como ya he comentado en otras ocasiones, haciendo oposición a la oposición. Ese no es el comportamiento que se espera de un gobierno, que para contrarrestar las críticas tiene muchos más recursos: su capacidad de gestión y todo un presupuesto. Un gobierno contesta con gestión y “feitos” pero nunca con desprecio a la oposición y más si se trata de su antiguo compañero.

El problema del tripartito es que no es capaz de sacar adelante, no ya los grandes proyectos, sino ni tan siquiera lo más esencial como tener Sanxenxo limpio, que es lo mínimo que se espera de un gobierno. En lugar de asumir sus fallos y hacer lo posible para corregirlos, los intenta compensar con ataques a la oposición.

El Alcalde, que llegó prometiendo diálogo y transparencia, está demostrando su incapacidad para cumplirlo. Ni dialoga con el PP ni con su ex compañero Roberto; pero tampoco con su propio gobierno. Es conocida la mala relación que hay entre el SAL y el BNG y el aislamiento de la concejala del PSOE dentro del grupo de gobierno.

Siempre que el tripartito discrepa con alguien acaba acusándole de ser del PP o de favorecer sus intereses. Da igual que se trate de un empleado municipal, del sindicato mayoritario en el Concello o, como en esta ocasión, de su ex compañero de gobierno. El que no piensa como ellos recibe los ataques del “comando de los soberbios”, que forman Vanessa Rodríguez y Jesús Sueiro.

El Alcalde, en lugar de pasar tanto tiempo delante del espejo, haría bien en mirar lo que ocurre a su alrededor para así darse cuenta que tiene que rectificar el rumbo de su gobierno. De lo contrario el barco, que ya lleva tiempo a la deriva, se va a acabar hundiendo y él seguirá diciendo que navega sin novedad.

Ayer, miércoles, los concejales del Partido Popular tuvimos la oportunidad de reunirnos con miembros del sector de la hostelería y con representantes de colectivos sociales y económicos del municipio, para compartir con ellos las reflexiones y el balance que ya la semana pasada compartimos con todos vosotros.

Fue una reunión muy fructífera. Creo que había plena coincidencia en los problemas que ha habido durante todo el verano y en los riesgos que conllevaría no corregir esos problemas de cara a las próximas temporadas.

Ahora lo que falta es que el gobierno tripartito de Sanxenxo y, especialmente, su Alcalde, reflexionen y tomen las decisiones que hay que tomar a lo largo de los próximos meses para que podamos afrontar el 2017 en mejores condiciones que en el presente.

Como en el balance del verano que hicimos la semana pasada se nos quedaron en el tintero más fotos de las playas, compartimos con vosotros este vídeo.

Casi la totalidad de los análisis electorales coinciden en que los votantes se han decantado por candidatos que ofrecen resultados y partidos con experiencia de gobierno. Feijoo y Urkullu, a los que les ha tocado gobernar los peores años de la crisis, han sabido hacerlo con realismo, austeridad y sin concesiones al populismo.

Por el contrario, los electores han penalizado especialmente al PSOE que, desde mi humilde punto de vista, no levanta cabeza desde que renunció a ganar las elecciones para conformarse con ser segundo y gobernar gracias a los pactos con otros partidos.

Así lo confirman los datos. En Galicia los socialistas, desde el bipartito, han perdido el 47% de sus votos. En el País Vasco se han dejado el 61% en los últimos 8 años. Por su parte, los socialistas catalanes, desde el famoso tripartito, han perdido el 67% de sus apoyos. Por tanto, no hay que ser un lince para darse cuenta de que el PSOE necesita replantearse su estrategia y discurso, de lo contrario tendrá militantes cada vez más fieles, pero también menos votantes.

En Sanxenxo el Partido Popular ha obtenido un apoyo extraordinario, en concreto el 53,9% de los votos, 4 puntos porcentuales más que en 2012. 6 puntos más que la media del PP en la Comarca del Salnés, 10 puntos más que la media de la provincia y 6 puntos más que la media de Galicia.

Quizás sea porque los vecinos de Sanxenxo ya han probado lo que significa un gobierno tripartito cuya base es “todos contra el PP, lo importante es tocar poder y si luego no somos capaces de solucionar los problemas, ya tendremos a quien echarle la culpa…”

Galicia y Sanxenxo prefieren la eficacia y el rigor del Partido Popular que tener un gobierno tripartito incapaz de resolver los problemas.

En Sanxenxo el Partido Popular ha sido el vencedor con el 53,69% de los votos. El partido más votado en todas las mesas electorales que tenemos en nuestro municipio.

Una vez más, muchas gracias a los votantes, a los interventores, a los apoderados y a todos los que habéis apoyado al Partido Popular!

Aquí tenéis el dossier del balance del verano.

BALANCE VERÁN 2016 - PP SANXENXO

Las imágenes que vais a ver dan pie a hacerse las siguientes preguntas:

1.   ¿Es aceptable que, por segundo año consecutivo, el tripartito haya sido incapaz de contratar los socorristas necesarios y por ello Sanxenxo haya tenido que renunciar a 3 banderas azules más?

2.   ¿Es normal que muchas pasarelas de madera de acceso a las playas hayan estado sepultadas por la arena durante todo el verano?

3.   ¿Por qué la basura del rural no se recoge con la frecuencia necesaria y las cunetas, cruceiros y molinos están inundados por la maleza?

4.   ¿Puede el concello más turístico de Galicia permitir que los contenedores soterrados permanezcan estropeados durante meses dando la imagen de que es incapaz de atender lo más esencial?

5.   ¿Cuántas veces habéis visto a lo largo del verano policía regulando el tráfico en lugares conflictivos como la rotonda de Arnelas o los cruces de Portonovo y Sanxenxo?

6.   ¿Cuántas personas de vuestro entorno que acostumbraban a tomar copas en el puerto deportivo han dejado de ir por la inseguridad y los desmadres en la zona?

Es una pena que uno de los mejores veranos de ocupación hotelera haya quedado empañado por los problemas de seguridad ciudadana, la pérdida de 6 banderas azules y lo sucio que ha estado Sanxenxo.

El tripartito ha fracasado en su segundo verano. La improvisación, la dejadez y la incompetencia han sido los rasgos más característicos de su gestión. Ahora ya no pueden decir que les pilló de sopetón, como el año pasado. Han tenido un año entero para planificar el verano y, sin embargo, los fallos han sido mayores que en 2015.

Tres fotos como adelanto del amplio dossier sobre el verano que compartiremos con vosotros el jueves. Una foto de una pasarela de madera en la playa de Montalvo sepultada por la arena el 2 de agosto que, como comprobaréis el jueves, no es la excepción, es la regla. Una papelera de Silgar rebosante de basura porque el gobierno ha sido incapaz de crear un retén de refuerzo para limpiar las zonas con más público a última hora de la tarde. Un servicio que existía cuando yo era alcalde.

Y, por último, compartimos con vosotros una foto realizada al cruceiro de A Xesteiriña, en Adina, rodeado de hierbas, que demuestra hasta dónde llega la dejadez del tripartito que, a 18 DE AGOSTO, ha sido incapaz de dedicar 2 minutos a limpiarlo. Pero el jueves podréis comprobar con más detalle hasta dónde ha llegado la dejadez y la incompetencia.

Ayer se cumplieron 15 meses desde que el Sr. Pita tomó posesión como Alcalde y todavía no ha sido capaz de poner a disposición de la Xunta los terrenos  para el nuevo colegio de Vilalonga. Y lo peor es que tendremos que seguir esperando muchos meses más.

En julio de 2015 aprobamos en el Pleno el expediente de expropiación. Se presentaron 2 alegaciones que, en un alarde de ineficacia, el gobierno tardó 7 meses en resolver (en concreto, en febrero de 2016). A partir de entonces el gobierno se comprometió a agilizar el proyecto y, de hecho, en mayo anunció la finalización del pago de expropiaciones y gestiones para que las obras del nuevo colegio empezaran en 2017.

Pues bien, 4 meses después de comprometerse a agilizar el proyecto del nuevo colegio de Vilalonga y 15 después de tomar posesión como Alcalde, el Sr. Pita sigue sin poner los terrenos a disposición de la Consellería de Educación. En octubre, el nuevo gobierno de Galicia, sea del color que sea, presentará los presupuestos para el 2017. Lógicamente no podrá incluir una partida para el nuevo colegio al no disponer de los terrenos. Por tanto, en el mejor de los casos, las obras del colegio empezarán en el 2018.

Pero el colegio de Vilalonga no es la excepción. Pasa lo mismo con la reforma de la avenida Luis Rocafort, el Parque Empresarial, el puerto de Portonovo, el Pazo de Quintáns, el edificio cultural de Vilalonga o el paso de las Salinas en A Revolta, por poner algunos ejemplos. Después de 15 meses ni uno solo de los proyectos incluidos en el pacto del cuatripartito está en marcha o lo estará próximamente. Estamos ante el gobierno más ineficaz que haya tenido Sanxenxo nunca, ni siquiera consigue sacar adelante sus propios compromisos.

Este lunes la Consellería de Infraestructuras publica la licitación de la segunda fase de la mejora de la PO-308 o carretera de la costa. Esta segunda fase consta de 1,2 Km entre el punto kilométrico 24 y el 25,200; es decir, entre Soutullo y el parque de Major.

La Conselleira cumple así los compromisos que adquirió con los vecinos en su última visita a Sanxenxo. Visita que, por cierto, inexplicablemente tanto molestó al Alcalde. Pero las buenas noticias no se quedan ahí, porque la Consellería ya trabaja en el proyecto de la tercera fase comprendida entre el parque de Major y Portonovo. Hay administraciones que hacen y otras que anuncian una y otra vez que van a hacer, pero hasta la fecha nada de nada. Y eso sí que debería molestar al Alcalde.

En septiembre de 2015 la Diputación y el Alcalde de Sanxenxo tomaron la decisión de paralizar la ejecución de la mejora de la avenida Luis Rocafort, que estaba adjudicada y a punto de iniciarse. Alegaron supuestas deficiencias, como que no se contemplaba la sustitución de las tuberías de saneamiento o que el proyecto no abarcaba toda la calle. Pero el PP demostró que ambas excusas no eran ciertas. Finalmente, acabaron justificando la paralización por la inclusión de 7 lombos a lo largo de una calle que mide 580 m, un lombo cada 82 m.

En abril de 2016 la Diputación y el Alcalde anunciaron que se acometería un nuevo proyecto valorado en 1,7 M€, de los cuales la Diputación aportaría el 70%. Se comprometieron a aprovechar el verano para licitar y adjudicar dicho proyecto, que se empezaría a ejecutar este otoño para concluirlo antes del verano de 2017.

Los anuncios son muy fáciles de hacer, pero los hechos son los que acaban distinguiendo la propaganda de la realidad. Y los hechos son que no se ha cumplido el compromiso de adjudicar un nuevo proyecto este verano y, lo que es más grave, a 6 de septiembre la Diputación ni siquiera cuenta con un proyecto técnico para poder licitar la mejora de la avenida Luis Rocafort.

En conclusión, la reforma de Luis Rocafort, que tendría que haberse iniciado en octubre de 2015, en el mejor de los casos no se podrá empezar hasta el 2017. Y eso si finalmente se hace, porque la debilidad de las excusas esgrimidas para justificar la paralización del proyecto que estaba adjudicado y los retrasos del nuevo, nos hacen dudar de las verdaderas intenciones de la Diputación y del tripartito.

Exigimos que el Alcalde dé una explicación pública sobre el retraso de la reforma de la avenida Luis Rocafort. Que explique por qué no se ha adjudicado este verano como se comprometieron ambas administraciones y por qué todavía no existe ni siquiera un proyecto que permita licitar la reforma.

El Alcalde lleva 12 meses callado, escondiéndose detrás de las excusas esgrimidas por la Diputación. A estas alturas hay dos opciones: o el tripartito carece del peso y la capacidad de gestión necesarias para influir en la Diputación o está siendo cómplice del engaño y el desdén con el que el organismo provincial trata a los vecinos de Sanxenxo.