El único responsable de que Sanxenxo lleve 9 meses con los contenedores estropeados es el gobierno tripartito. En mayo de 2016 finalizó el anterior contrato y desde entonces no se han ocupado del tema hasta ahora.

Cuando un gobierno está en minoría y quiere sacar adelante una concesión por 6 años, de casi 600.000 €, necesita negociar con la oposición. Lejos de hacerlo, el gobierno habló con nosotros de este tema, por primera vez, unos minutos antes de la Comisión donde se votó. Cuando lo normal sería habernos informado días antes para llegar a un acuerdo.

En cualquier caso, el gobierno lo tiene muy fácil: si en lugar de un contrato por 6 años, lo propone por 4 años o menos, ya no necesita el apoyo de la oposición para sacarlo adelante. Por tanto, ya están tardando en hacerlo. En 2016 aprobaron el presupuesto de 21 M€ sin el apoyo de la oposición, con más razón pueden hacerlo con los contenedores soterrados. Pero es más, para arreglar los contenedores que llevan muchos meses estropeados, hacen falta menos de 6.000 euros, y no lo dice el PP lo dice la empresa que ha contratado el gobierno.

El Partido Popular no ha apoyado la propuesta del gobierno porque es una chapuza. Preferimos un contrato de 3 años, que es lo que le queda a la concesión de recogida de basuras, de manera que cuando se haga un nuevo concurso se incluyan los contenedores soterrados y, así, nos ahorraremos muchos de miles de euros. Y, sobre todo, nos parece una exageración los casi 600.000 € que quiere gastar el gobierno, cuando tenemos datos muy rigurosos de que este servicio cuesta la mitad.

Un gobierno NO LLORA EN PÚBLICO por lo que no ha sido capaz de negociar. Su obligación, sobre todo cuando no tiene mayoría, es hablar con la oposición. En el Pleno de este lunes el gobierno llevaba cuatro asuntos. En tres le dimos nuestro apoyo, por tanto que no se quejen que respaldamos el 75% de las propuestas, porque eran beneficiosas para Sanxenxo.

La petición de los gastos y dietas del gobierno local ha provocado en el tripartito una reacción miserable. Como si se tratara de una venganza, nos ha amenazado con sacar los gastos de legislaturas anteriores. Todavía hoy, dos días después, no salimos de nuestro asombro. No porque quieran sacar los gastos de anteriores gobiernos, sino por la desvergüenza de atreverse a amenazar a la oposición por pedir unos datos a los que tenemos, no ya el derecho, sino la obligación de controlar.

¿Qué clase de cultura democrática tiene este gobierno? ¿Es que no respeta la función de la oposición? Hace poco, el gobierno quiso censurar la información solicitada por un compañero de Corporación. El tripartito lo negó, pero solo han bastado unos días para que sus amenazas confirmen que no soporta los controles habituales de una democracia.

El Partido Popular no acepta chantajes, por tanto, el gobierno puede empezar a sacar los gastos de anteriores legislaturas cuando quiera. Eso sí, deberían explicar por qué no lo hicieron antes, cuando estaban en la oposición, y quieren hacerlo ahora. Debe ser que no tienen una gestión de la que presumir. Un gobierno que va cumpliendo sus objetivos, sus compromisos electorales, no se pasa el día dando excusas ni justificándose con anteriores legislaturas.

Sentimos vergüenza de un gobierno que no respeta las reglas básicas de la democracia. Es lamentable que el tripartito haya llegado hasta el punto de amenazar e intentar chantajear. ¡Ya está bien! Que se dediquen a mejorar los servicios, que es lo que esperan los vecinos.

PRIMERA: La justificación que ha dado el tripartito sobre las torretas de la playa de Baltar, retrata las limitaciones del gobierno de Sanxenxo. ¿Acaso, entre sus miembros, no queda un resquicio de sentido común para darse cuenta de que un gobierno serio, que se respete a sí mismo, no se puede justificar alegando que hay que pedir un permiso? Pues pídanlo, ¿a qué esperan?

Pero es que ni siquiera es necesario. Existen elevadores de brazos articulados que alcanzan 16 metros de altura y tienen un ancho de menos de 2 metros. Varias empresas de la comarca disponen de esta maquinaria, que permitiría acceder a las torretas por la pasarela de madera, que tiene más de 3 metros de ancho, evitando así pisar las dunas.

SEGUNDA: El Partido Popular considera que las declaraciones del Sr. Mosquera suponen un insulto a la inteligencia y una falta de respeto a los vecinos de Sanxenxo. La ley de contratos permite modificaciones presupuestarias hasta el 15% del total. Pero es que ni siquiera las peticiones de la Plataforma de Luis Rocafort tienen que suponer un incremento del presupuesto. En algún caso incluso lo contrario.

Los vecinos de Sanxenxo han podido comparar entre la moderación de las declaraciones de los representantes de la Plataforma y los excesos verbales del Sr. Mosquera. Nada nuevo. Precisamente por actitudes así es por lo que sus propios compañeros, hace ya muchos años, lo tuvieron que apartar de las reformas de Pontevedra.

Para exigir a los demás, antes hay que dar todo lo que depende de uno. No es el caso del tripartito.

Nos parece muy bien que el Alcalde y la concejala de seguridad ciudadana le pidan a la Subdelegada del Gobierno colaboración para mejorar la seguridad. Pero una cosa es pedir la colaboración y otra muy distinta ponerse la venda antes de la herida para justificar los problemas de seguridad que se pudieran volver a dar, porque el tripartito no ha aprovechado el invierno para hacer sus deberes.

Por ejemplo, en 2016, en lugar de contratar los 26 auxiliares de policía habituales de otros veranos, solo hubo 19. A lo que hay que añadir las bajas de larga duración, lo que redujo en 10 personas los efectivos policiales. ¿Qué ha hecho el gobierno para corregir estas deficiencias? Nada.

Llegamos a la Semana Santa sin aprobar el nuevo presupuesto, sin nuevas dotaciones económicas que permitan contratar más auxiliares o pagar las horas extra de los policías, sin sustituir las 4 bajas por jubilación y sin el liderazgo y la coordinación que cabría esperar del Alcalde y la concejala.

El gobierno tampoco ha querido aprobar una ordenanza de seguridad ciudadana que ayude a controlar el botellón. Una ordenanza que reforzaría la eficacia de la policía local, como ha ocurrido en otros concellos turísticos.

Al gobierno le falta liderazgo para reconocer que los problemas de seguridad se pueden resolver desde Sanxenxo. ¿Cómo? Como hicimos a finales de los noventa en Portonovo, poniendo los medios necesarios, con una absoluta determinación y asumiendo la responsabilidad, no eludiéndola. A partir de aquí, bienvenida sea toda la ayuda posible de la Guardia Civil.

El Partido Popular llevará al Pleno del próximo lunes una moción para impulsar la aprobación de una ordenanza reguladora de las terrazas.

La importancia de la actividad hostelera en Sanxenxo requiere de la aprobación de una ordenanza que regule la instalación y utilización de las terrazas. Hay que hacer compatible el uso público y la utilización privada de los espacios públicos en beneficio de la actividad turística, pero también del interés general y la protección de la reputación de Sanxenxo como una marca turística de calidad.

La ordenanza tiene que definir el tipo de instalaciones, como es el caso de las terrazas con cerramientos estables o provisionales. Los horarios en función de la temporada, alta o baja. La superficie máxima de ocupación, en función de si se trata de una calle peatonal o por la que circulan vehículos. Características de las instalaciones, criterios estéticos del mobiliario y procedimientos que permitan agilizar la solicitud y tramitación de las autorizaciones.

Desde el PP creemos fundamental que todos los partidos nos pongamos de acuerdo sobre un aspecto que, bien regulado, servirá para potenciar la actividad hostelera y el prestigio de Sanxenxo como destino turístico. En definitiva, para generar empleo y riqueza, especialmente en la temporada baja, ya que hoy existen muchas soluciones que permiten a bares y restaurantes atraer público aunque la climatología no sea favorable.

Tan importante como el consenso entre los partidos es involucrar y motivar a todo el sector hostelero en la redacción y aprobación de dicha ordenanza.

La playa de Baltar tiene 7 torretas de iluminación, cada una de ellas con 5 proyectores. En total 35 proyectores, de los cuales solo funcionan bien 4 y 2 parpadean. Por tanto, hay 29 proyectores con las lámparas fundidas desde hace mucho tiempo, que el gobierno debería sustituir lo antes posible para garantizar la seguridad en la zona.

La iluminación de la playa cumple dos objetivos: aportar seguridad a los viandantes y evitar que el arenal sea utilizado para hacer botellón o cualquier otro comportamiento incívico. Vamos a ver cuánto tarda el gobierno en arreglar los proyectores. No puede decir que no tenga dinero para hacerlo. Por tanto, si no cambia pronto las lámparas de los proyectores demostrará, una vez más, que lo que verdaderamente le falta son ganas.

“A transparencia será o piar básico da coalición de goberno” (página 2 del pacto del cuatripartito).

El miércoles se produjo una situación sin precedentes en Sanxenxo y que demuestra que el pilar básico del tripartito es el oscurantismo. Cuando el notificador iba camino de la casa de Roberto Agís para entregarle la información que había solicitado sobre los gastos y dietas del gobierno, recibió una llamada de la concejala Vanessa Rodríguez para que se volviera al Concello sin entregar la documentación.

El acceso a la información es un derecho fundamental de un cargo electo, reconocido en la Constitución y en la Ley de Bases de Régimen Local. Un concejal tiene derecho a pedir cualquier información y el gobierno la obligación de facilitársela antes de 5 días. Jamás en Sanxenxo un gobierno había querido revisar, y mucho menos retener, la información solicitada por un concejal.

Por si fuera poco, el secretario personal del Alcalde, que es un cargo de confianza, fue al despacho del Interventor a reprocharle que hubiera cumplido con su obligación. Hasta qué punto llegaría la situación, que el Interventor acabó echándole de su despacho. La llamada vergonzosa de la Sra. Rodríguez y el comportamiento del secretario del Alcalde demuestran el escaso nivel democrático de este gobierno.

24 horas después de retener la información, y una vez que el Sr. Agís lo denunció públicamente, al gobierno no le quedó más remedio que entregársela. Un gobierno cuyos gastos y dietas sean normales, no PIERDE LOS PAPELES de esta manera.

El Grupo Municipal del Partido Popular ha presentado un escrito solicitando la misma información, por solidaridad con un compañero y porque el comportamiento del tripartito ha levantado nuestras sospechas. Por ello, vamos a fiscalizar hasta el último céntimo de los gastos del gobierno.

Compartimos con vosotros 3 fotos que ilustran la dejadez del tripartito. Hoy se trata de la plaza del Mar, pero hay otros muchos ejemplos que dejamos para otros días.

¿Es por falta de dinero o porque el tripartito no pone las ganas para cumplir sus obligaciones más básicas? Hace un año se gastaron miles de euros para convertir la plaza en un parking. Una aberración impropia de un concello turístico. Ahora no quieren molestarse en quitar hierbas y sustituir algún canalón. ¿Y el concejal de turismo? Pues ha estado en Berlín, que siempre es más divertido que limpiar Sanxenxo.

El tripartito está a tiempo de reflexionar y modular la reforma de la avenida Luis Rocafort. La calle requiere una profunda humanización, pero es posible hacerlo manteniendo más aparcamiento del que contempla el proyecto. Hasta ahora la calle disponía de 140 plazas de aparcamiento, pero el proyecto las reduce a solo 40. El PP considera que es compatible mantener 80 o 90 plazas de aparcamiento sin perjudicar la humanización.

Hay tramos de la calle que tienen 24 metros de ancho. Si en lugar de aceras de 6 metros se hacen de 3 metros, los vehículos podrían aparcar en batería y se incrementaría el número de plazas. En otros tramos de esta calle el proyecto contempla aceras de menos de 3 metros. Y otras calles de Sanxenxo con más peatones, como la avenida de Madrid y el paseo de Silgar, tienen aceras que oscilan entre los 2 y 5 metros de ancho.

Nadie cuestiona que la reforma de la avenida debe apostar por un tráfico calmado y un mayor protagonismo del peatón. Pero en ningún caso hay que llevar las cosas demasiado lejos, hasta el punto de perjudicar la actividad de vecinos y comercios, por razones ideológicas.

Es sorprendente, pero también muy esclarecedor, que al gobierno le moleste que consigamos mejoras en la reforma de la carretera de la costa. Hace un par de semanas recorrimos las obras acompañados de representantes vecinales y miembros de la plataforma de este vial. Nos plantearon una serie de demandas, de sentido común, que evidentemente el gobierno no ha atendido, de lo contrario no nos las hubieran pedido a nosotros.

¿Qué espera el gobierno que hagamos en un caso así? ¿Que me quede de brazos cruzados, que no haga nada aunque pueda resolver las demandas que nos piden o que nos conformemos con mandar “cartitas” ineficaces como hace el Alcalde? Lo siento pero, por mucho que les moleste, todo lo que esté en mi mano resolver no dudaré ni un segundo en hacerlo. ¿O es que no tengo que aprovechar mi experiencia como Alcalde para beneficiar a los vecinos?

El Alcalde y sus compañeros de SAL prefirieron formar un cuatripartito antes que gobernar con el PP y aprovechar nuestra capacidad de gestión en beneficio de Sanxenxo. Supongo que porque el cuatripartito era la única posibilidad de que el Sr. Pita fuera el Alcalde. Ahora lo que tienen que hacer es asumir las consecuencias de su elección y no quejarse si los demás podemos hacer algo en beneficio de los vecinos. Si les gusta, mejor, y si no les gusta que se vayan acostumbrando porque, a partir de ahora, vamos a hacer las gestiones que ellos no están haciendo.