Es evidente y hasta lógico que, con buen tiempo, resulta más fácil atraer visitantes a Sanxenxo. Pero una cosa es que el sol nos ayude aumentar el nivel de ocupación y otra bien distinta es justificarse por el mal tiempo.

Desde que Sanxenxo tiene hoteles de cuatro, tres y dos estrellas que se arriesgan a abrir todo el año y además cuentan con instalaciones de ocio, por si el tiempo no acompaña, se ha demostrado que Sanxenxo es un destino atractivo en cualquier época del año.

Tenemos hoteles que rozan el lleno durante los puentes, aunque llueva. Incluso los fines de semana superan el 50% de ocupación. Por tanto, unos cuantos han demostrado que se puede funcionar y ser rentable todo el año y que no depende tanto del clima, como de lo que le ofrezcas al cliente. Sería bueno que otros muchos siguieran ese camino, en lugar de escudarse detrás del mal tiempo.

Si nosotros mismos no nos lo creemos, difícilmente podremos convencer a nadie.