Pocas cosas hay en la vida más satisfactorias que poder hacer algo por tu pueblo, que poner tu experiencia y conocimiento al servicio de tus vecinos. Por eso queremos crear una “bolsa de voluntarios” dispuestos a ayudar en tareas relacionadas con su experiencia profesional y con otras actividades en las que se sientan capaces de colaborar.

Pensemos, por ejemplo, en un policía jubilado que quiere ayudar a regular la entrada y salida de un colegio, pensemos en una persona que dispone de tiempo libre para acompañar a un anciano, o un joven que ayuda a hacer gestiones por internet.

El gobierno ha querido dar ejemplo delegando relevantes competencias en 3 concejales que no van a percibir sueldo. E incorporando colaboradores con experiencia en determinadas áreas, dispuestos a trabajar por Sanxenxo sin compensación económica. ¿Que aún así hay a quien le molesta? Qué le vamos a hacer, así es la vida.

Que alguien dedique su tiempo y su experiencia al servicio de sus vecinos es siempre encomiable. Lo contrario va contra el sentido común y, por eso, quien piense así tendrá que explicar porqué.

La Xunta nos ha confirmado que en julio instalará un semáforo y pintará un paso de cebra en As Salinas para mejorar la seguridad de los vecinos y visitantes que acceden a la playa de A Lanzada desde A Revolta.

Era una asignatura pendiente de mi anterior etapa como Alcalde y uno de los 12 proyectos incluidos en el pacto de gobierno de PP y SAL. Nos habíamos comprometido a conseguirlo antes del verano de 2018; y, afortunadamente, ha sido posible incluso antes.

Por otro lado, ayer se empezaron a reparar los 7 contenedores de basura soterrados que llevaban más de un año sin funcionar. Una muestra de la determinación del nuevo concejal de Medio Ambiente, Juan Deza, y su estrecho colaborador, Jaime Leiro.

El objetivo de las reuniones que estoy manteniendo con los distintos departamentos del Concello no es atender sus demandas y reclamaciones, que sin duda habrá que hacerlo, a medio plazo, cuando se trate de peticiones justas.

La razón principal es estimular a los empleados municipales para que presten el mejor servicio posible a los ciudadanos, generar dinámica de grupo, fomentando una cultura basada en el “nosotros” por encima de los individualismos.

Las personas que trabajamos en el Concello, políticos y empleados, no podemos olvidar en ningún momento que estamos para servir a los ciudadanos de Sanxenxo. Servir significa dar lo mejor de uno mismo. Por una serie de razones, que son largas de contar, en la última década Sanxenxo ha perdido autoestima, ha dejado de creer en sí mismo y en sus grandes posibilidades.

Mi obligación como Alcalde es darle la vuelta a esta situación y aprovechar las posibilidades que tiene Sanxenxo de generar empleo y riqueza. Levantar la autoestima de vecinos y empleados del Concello, recuperando el orgullo de vivir en Sanxenxo y de trabajar para sus vecinos.

Tomar posesión con la temporada alta de turismo a punto de empezar te obliga a distinguir entre lo verdaderamente urgente y de interés general y las prisas de unos y otros porque su “problema/demanda” sea la primera en ser atendida.

Los primeros días los he dedicado, fundamentalmente, a atender los dos problemas que más afectan al conjunto de Sanxenxo. La seguridad ciudadana, especialmente los altercados de la movida, y la mejora de la limpieza y recogida de basura.

Mi anterior etapa como alcalde me enseñó que los problemas se resuelven mejor con serenidad que con precipitación, y mira que tengo fama de ir deprisa. Como dice el refrán, “vísteme despacio que tengo prisa”.

En 3 pasos: analiza el problema, elige una estrategia entre las posibles y, entonces, aplícala sin dilación. Sencillo de contar y más difícil de hacer. Pero en ello estamos.

Tres valores me gustaría que caracterizaran la gestión del nuevo gobierno de Sanxenxo.

La lealtad entre los dos socios de gobierno. Vamos a ser, por encima de todo, un equipo cohesionado.

Humildad, porque no queremos gobernar para imponer nada a nadie. Queremos gobernar para SERVIR a los ciudadanos de Sanxenxo. Ni más ni menos.

Y, por último, trabajo, trabajo y más trabajo para que Sanxenxo tenga mejores servicios y aproveche todas sus oportunidades, que son muchas.

Estoy seguro de que con FUERZA y DETERMINACIÓN lo conseguiremos.

Algunos políticos de la izquierda van por ahí de “perdona vidas” y se sienten moralmente superiores a sus rivales del centro y la derecha. Ayer, en el pleno de la renuncia de Gonzalo Pita, volvimos a ser testigos de la “superioridad moral” del BNG y PSOE de Sanxenxo.

Un pacto de cuatro partidos que sumaban el 52% de los votos, sin contar con el partido más votado que obtuvo por si solo el 41% de los votos, es perfectamente legítimo.  Pero un pacto entre los dos partidos más votados, que suman el 62 % de los votos, responde a intereses ocultos.

El relato del BNG y el PSOE olvida datos muy relevantes. El más importante que el sentir general de los vecinos de Sanxenxo, es que el gobierno que ha habido estos dos años no ha funcionado, no ha cumplido las expectativas. ¿Tiene David Otero la conciencia tranquila? ¿Ha sido leal a su principal socio o por el contrario su único objetivo desde el primer día ha sido llevarse los votos de sus socios en 2019 para hacer un gobierno solo de izquierdas? ¿Puede Coral insinuar que Gonzalo Pita actúa por intereses urbanísticos? ¿De verdad Coral, precisamente tú, tienes la conciencia tranquila en este tema?

Insisto, desde que se conoció el nuevo pacto de gobierno, hay más ruido que nueces.

Compañeros de Corporación, menos mirarse al ombligo y más preocuparse por servir a los vecinos, que para eso estamos.

En la vida y en la política es fundamental distinguir el ruido de las nueces.  Para no confundir los hechos con el esperpento. Para diferenciar el sentimiento general de los vecinos de los personalismos. Los acontecimientos de la última semana nos están permitiendo ver cómo es cada uno. Por sus actos, que no por sus palabras, los conoceréis.

Estoy muy agradecido por la cantidad de felicitaciones y buenos deseos que me habéis expresado a través del Facebook, de las numerosas llamadas y mensajes al móvil y también por los cumplidos personales en la calle. Muchas gracias, espero poder corresponderos con una gestión a la altura de lo que merece Sanxenxo.

Somos uno de los ayuntamientos que más riqueza genera en proporción al número de habitantes. En los meses de julio y agosto nos convertimos en la tercera ciudad de Galicia en población. A lo largo del año atraemos a más de 400.000 visitantes. Estos datos y otros, avalan el derecho a recibir más inversiones y mejores servicios de la Xunta de Galicia y el Gobierno de España.

A la hora de los agradecimientos no quiero olvidarme de mis “odiadores”. Ellos me hacen más grande y me motivan para conseguir mayores objetivos. Siento tanto el sufrimiento y la rabia que les produce que vuelva a ser alcalde que prometo compensarles trabajando más duro que la primera vez. Un especial agradecimiento a los difamadores anónimos. Les agradezco infinitamente su cobardía.

En muchas ocasiones he criticado al Alcalde de Sanxenxo. Hoy quiero reconocer en público su generosidad al cederme la alcaldía. Hay muy pocos ejemplos de un alcalde que haya cedido voluntariamente a otro partido su cargo. Es un acto que le ennoblece y que demuestra que ha sabido anteponer el interés general a sus circunstancias personales.

El pacto entre SAL y el PP viene a corregir un error que el Partido Popular cometió cuando perdió la mayoría absoluta en 2011. En lugar de pactar con el partido que se había llevado parte de sus votantes, eligió al socio equivocado.

Un Partido Popular moderno, como el que representa Alberto Núñez Feijóo (y ahí están sus tres mayorías absolutas), tiene que saber distinguir entre una táctica oportunista y una estrategia de largo recorrido.

Los vecinos son los que más se van a beneficiar del pacto entre SAL y el PP. Vamos a dejarnos la piel por Sanxenxo, vamos a ser 12 concejales trabajando muy duro para mejorar los servicios e impulsar los proyectos incluidos en el pacto, que podéis ver a continuación, y que abarcan actuaciones en las 7 parroquias.

PACTO SAL-PARTIDO POPULAR

Sanxenxo ha triunfado turísticamente por sus playas. Prueba de ello es que en julio y agosto pernoctan aquí más de 100.000 personas. Pero eso no significa que tengamos que renunciar a las grandes oportunidades que ofrece la temporada baja. Eso sí, con un objetivo bastante más modesto que en verano. ¿Por qué no vamos a ser capaces de atraer entre 2.000 y 3000 visitantes cualquier fin de semana del año?

Para conseguirlo hay que ofrecer otras posibilidades que hasta ahora no hemos potenciado suficientemente y para las que no es imprescindible que haga muy buen tiempo. Hoy voy a hablar de Portonovo, pero en próximos comentarios opinaré sobre las fortalezas de otras zonas del Concello.

Portonovo es una villa marinera con muchas posibilidades. Basta fijarse en otras villas marineras del cantábrico que, aunque tienen una climatología peor que la nuestra, gracias a su gastronomía atraen miles de visitantes los fines de semana de la temporada baja.

Los que ya hemos superado los 50 años recordamos que, a finales de los setenta y principios de los ochenta, Portonovo era el lugar preferido por muchos vecinos de la comarca para tapear. Y no solo en verano, también los fines de semana del resto del año. Gran parte de las tabernas que entonces atraían numerosos clientes siguen existiendo hoy, otras se convirtieron en locales de copas, pero podrían recuperar su actividad original si ven en ello una oportunidad.

El objetivo es volver a poner Portonovo de moda y para conseguirlo hay que empezar por humanizar la zona portuaria y dotarla de un aparcamiento amplio. Hacer una actuación similar a la que hicimos en Sanxenxo respetando el carácter marinero de la villa.  Hay que conectar Portonovo con la playa de Canelas mediante un paseo marítimo.

Hay que organizar actividades deportivas y culturales que completen la oferta gastronómica y fomentar el turismo marinero, que tanto éxito está cosechando en otros destinos costeros. En definitiva, hay que creer en Portonovo y en sus grandes posibilidades.