LAS MENTIRAS DE LOS MEDIOCRES (1)
Hay polÃticos que, para compensar sus limitaciones, se dedican a difamar a sus rivales e incluso a sus compañeros de partido. En el primer caso porque son incapaces de ganarles las elecciones y en el segundo porque les acompleja la comparación.
En los 8 años que he estado fuera de la polÃtica de Sanxenxo, primero como concejal en Pontevedra y luego como diputado en Madrid, algunos polÃticos han intentado manchar mi gestión como alcalde. Nunca les he prestado demasiada atención porque se trata de mediocres a los que les mueve la envidia o el rencor.
Por supuesto, la mayorÃa de los vecinos no se han creÃdo sus mentiras, de lo contrario no hubiera sido el candidato más votado (con el 41%). Sin embargo, hay muchos vecinos que tienen menos de 30 años y que durante mi etapa de alcalde eran muy jóvenes para ser conscientes de la gestión que realizamos. Es a ellos a los que han intentado intoxicar con versiones manipuladas de la realidad.
Detrás de las difamaciones está un pequeño grupo de polÃticos cuyos intereses el tiempo ha unido. Es el caso de un viejo rival, al que todavÃa le escuece la derrota electoral y algún rival más reciente con pocas ideas y menos capacidad de gestión. Dos son las mentiras que intentaron difundir: que dejé arruinado el Concello y que solo hago proyectos faraónicos como rondas y túneles.
En los comentarios de los próximos dÃas desmontaré, con datos concretos, ambas mentiras. Empezaré recordando que, antes de hacer lo que ellos califican de “proyectos faraónicos”, cambiamos la polÃtica social del Concello de arriba a abajo, creando un organismo especÃfico para gestionarla que es Terra Sanxenxo y dotándolo, entre otros equipamientos, del Pazo Emilia Pardo Bazán. Pero de esa parte no les interesa hablar.
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