El triunfo del hombre tranquilo
Como podéis imaginar estoy muy contento con el resultado de las elecciones. Pero lo estoy, especialmente, porque me alegro del triunfo de Rajoy contra viento y marea. Ha triunfado el hombre tranquilo, sensato, al que no le gusta el ruido y sà las nueces.
Durante los cuatro años de gobierno de Rajoy he sido diputado en el Congreso y, por tanto, testigo del sufrimiento por el que ha pasado el Presidente. Parece que ya nadie se acuerda de lo duro que fue el año 2012, especialmente los primeros meses en los que la cara de Rajoy reflejaba la presión de llevar la responsabilidad de un paÃs al borde la quiebra. En España nunca hay memoria, nos olvidamos demasiado pronto de dónde venimos.
Los que tenemos más de 50 años recordamos lo injusto que se fue en su momento con Adolfo Suarez. Muchos de los polÃticos y periodistas que cuando falleció el expresidente llenaban los informativos con elogios a su figura, en su momento bien que se cebaron con él. Durante estos últimos meses los ataques a Rajoy me recordaban aquella etapa. Se le ha criticado por leer el Marca, se le ha tachado de vago e indolente, se ha dicho que era un polÃtico antiguo y que ya no podÃa representar a España.
Los que le conocemos sabemos que es una persona muy afable, divertida, MUY TOLERANTE, que es mucho mejor que ser “falso progresista” y sobre todo sabemos que es independiente. Y la mejor prueba de ello es que las crÃticas más duras le han venido de un sector empresarial que ha preferido (ellos sabrán por qué…) apoyar a otro partido y de algún sector del PP y mediático que no digiere que Rajoy no sea lo que ellos querÃan que fuera.
Como el tiempo lo pone todo en su sitio, veré con mis ojos y escucharé con mis oÃdos los elogios a Rajoy y a su gestión que hoy se le niegan. Gracias Mariano por ser tú mismo frente a la adversidad y a la opinión de la mayorÃa de los medios de comunicación. Y muchas gracias a la mayorÃa de los españoles que han sabido distinguir entre el grano y la paja.
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