El Pleno del pasado viernes volvió a reflejar que el tripartito está en minoría. Es la tercera vez que ocurre en el último mes. A falta de un gobierno estable es la oposición quien está impulsando medidas en favor de los vecinos.

Mucho antes de que se evidenciara la debilidad del tripartito, el Partido Popular hizo ofertas muy generosas al gobierno que siempre ha despreciado. Como las conversaciones que mantuvimos con SAL después de las municipales para llegar a un pacto de gobierno. O el ofrecimiento para asumir durante unos meses las competencias del parque empresarial para darle un impulso definitivo. O la propuesta de un nuevo Reglamento del Concello para mejorar la participación vecinal y la transparencia, que el gobierno acogió con muy buenas palabras pero nada más. Y, más recientemente, al cumplirse el primer año de gobierno, ofrecimos a SAL retomar las conversaciones para formar un gobierno más estable y ni siquiera nos contestaron.

Como dije la semana pasada, es un clamor que el tripartito no funciona y creo que lo mejor sería buscar una solución. En varias ocasiones el Alcalde ha manifestado que “si alguien tiene algo mejor que ofrecer que lo diga”. El PP puede ofrecer a los vecinos un gobierno mejor, más estable y más eficaz.

Por eso pido públicamente al tripartito que reflexione y, si su prioridad es el interés general, dejen gobernar al partido que ganó las elecciones con el 41% de los votos, por cierto, el doble que el segundo. En poco tiempo demostraremos que las cosas pueden ir mucho mejor, empezando por los servicios básicos y continuando con los proyectos que ellos no han sido capaces de impulsar.

Vamos camino del ecuador de la legislatura y el Sr. Pita y sus compañeros tienen la oportunidad de buscar una salida digna si anteponen el interés general al suyo propio. Les pido que hablen con la gente y no solo con sus partidarios. Les pido que reconozcan que no lo están haciendo bien. La dinámica en la que se han metido solo puede llevarles a una situación peor.

En política, como en la vida, hay que saber darse cuenta cuando una situación ha llegado a su fin.