Es una equivocación que el tripartito renuncie a intentar revertir la expulsión de la Asociación Villas Marineras. Cuando un gobierno comete un error, lo que debe hacer es pedir disculpas y corregirlo lo antes posible y no responder con soberbia, como ha hecho el tripartito. Especialmente el Sr. Sueiro, que ha quedado retratado con las excusas que ha dado.

Si el concejal de turismo tardó 7 meses en contactar con la Asociación Villas Marineras, como ha reconocido él mismo; si, además, no asiste a la mayoría de las reuniones y el Alcalde nunca ha ido; si tampoco atienden las peticiones de información que le hacen desde la asociación; y si, además de todo eso, se adeudan dos anualidades de 6.000 €, lo normal hubiera sido que el gobierno hubiese tenido la valentía y el liderazgo de reconocer que ha hecho las cosas mal.

En lugar de eso, se han dedicado a dar EXCUSAS DELIRANTES y a SEÑALAR CULPABLES como el Concello de Baiona, la Presidenta de Villas Marineras y el funcionario al que responsabilizan de no haber pagado dos anualidades. Es delirante. Es paranoico. Acusar a la Asociación de poca profesionalidad y decir que otros concellos se han ido por ello, además de falso, es una ruindad que deja en muy mal lugar al gobierno y, por ende, al Concello que representa.

Los hechos no coinciden con las excusas dadas por el tripartito. El 19 de enero la Asociación Villas Marineras toma por unanimidad la decisión de expulsar a Sanxenxo: por dejadez, falta de interés y llevar dos años sin abonar la cuota. Los estatutos establecen la expulsión automática si no pagas dos años. El tripartito no asiste a la reunión, pese a que el Alcalde y el concejal estaban en Madrid. Dicen que coincidía con la presentación de la Ruta del Padre Sarmiento. Pero la verdad es que había media hora de diferencia entre una y otra. Y, en cualquier caso, podía haber ido el Alcalde a la presentación y el concejal a la reunión.

Pero el pasotismo del concejal va más allá, puesto que ni siquiera justificó su ausencia y tampoco llamó después de la reunión para interesarse por su contenido. En los últimos días hemos pasado del bochorno y la vergüenza que supone la expulsión de Sanxenxo de la Asociación Villas Marineras, al estupor que nos producen las explicaciones del gobierno y su concejal, que ha quedado retratado de por vida.